lunes, 24 de octubre de 2011

MÁS DE LOS MISMO

No ha cumplido cien días de gestion el gobierno de Ollanta Humala y ya se ve salpicado por evidentes signos de corrupción que , al parecer , no van a diferenciarlo demasiado de los régímenes precedentes . Humala prometió tolerancia cero contra la corrupción y todo hace ver que que terminará enlodado al igual que los demás pues a diario se revelan irregularidades tanto en su bancada congresal como en los integrantes del ejecutivo. El caso de Omar Chehade es elocuente al desnudar la manera escandalosa cómo se manejan las cosas y el abuso del poder que impera para beneficio propio.
La corrupción , no cabe duda , está institucionalizada. El propio presidente , durante la campaña para la segunda vuelta dijo con todas sus letras que no favorecería a nadie , menos a los de su promoción de la Escuela Militar pero hoy vemos , con pena e indignación , que se darán de bajas a importantes mandos del ejército , para promover precisamente a sus ex camaradas de Chorrillos .
Debe ser por su poca experiencia política e inmadurez para el cargo porque hasta ahora el nuevo presidente no muestra talla de estadista que permitan abrigar esperanzas de cambios importantes para el mejoramiento del país . Ahora mismo , los asháninkas , levantan su voz de protesta porque se quiere afectar sus tierras para un proyecto hidroeléctrico que afectará sus propiedades y nadie del gobierno escucha sus demandas . García , decía que son ciudadanos de segunda clase "que no puedel frenar el desarrollo del país" menospreciando a un pueblo secularmente maltratado por caucheros , colonos , terroristas y traficantes .
Si el gobierno no afina su maquinaria y , por el contrario , se ve envuelto en más escándalos , estamos seguros que terminará de la peor manera en tanto se preocupan más de colocar a amigos , familiares y allegadas en algún puesto del aparato estatal con apetecibles sueldos y granjerías .

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